La barrera del idioma, y las diferencias culturales, pueden convertirse en una auténtica pesadilla si quieres abastecer tu empresa con productos fabricados en China:
- No saber identificar proveedores fiables, antes y durante tu viaje, te hará perder un tiempo demasiado valioso,
- No hablar el mismo idioma, en los sentidos literal y metafórico, y tener que comunicarte con tus proveedores a través de intérpretes que hablan un inglés limitado, multiplica las probabilidades de que se produzcan malentendidos
- No conocer la mentalidad empresarial china te coloca en una situación de desventaja en las negociaciones, y la resolución de conflictos.
- No controlar la producción, calidad y embarque de tu mercancía, puede resultar dramático para tu empresa.